Aunque no es una tarea sencilla, siempre se recomienda limpiar el refrigerador por lo menos una vez al año. Esto evita la proliferación de bacterias y gérmenes que pueden ser dañinas para las personas. Además, este tipo de bacterias y gérmenes también son los responsables de que la comida se pierda y se pudra más rápido, constituyendo un riesgo para la salud y un daño sustancial a la economía familiar.
Pasos para limpiar el refrigerador por dentro:
- 1. Asegúrate de tener los productos adecuados.
Antes de iniciar con la limpieza, debemos asegurarnos que tenemos a mano todos los implementos que vamos a necesitar, como son: una neverita portátil o hielera donde poder almacenar algunos de los productos que ya teníamos refrigerados, además de todos los artículos de limpieza (guantes, paños, detergente…).
- 2. Saca todos los alimentos. Almacénalos por el momento en una neverita portátil. Tira a la basura lo que se haya dañado o caducado.
Para realizar una limpieza profunda, será necesario sacar todos los productos del interior. Los alimentos que estén en mal estado deben tirarse directamente a la basura, puesto que, si se realiza la limpieza y se meten de nuevo en el refrigerador, contaminarán la comida nueva y sana. Los alimentos que estén en buen estado pueden colocarse en un espacio refrigerado mientras se hace la limpieza.
- 3. Desconecta el refrigerador para evitar excesivo consumo eléctrico y exceso de trabajo del equipo.
Este paso es importante, pues si se hace la limpieza con el equipo en funcionamiento, estaremos forzando la capacidad del mismo, pues lo haremos trabajar en exceso ya que todo el frío que produce se irá por la puerta. Esto se traduce también en un mayor consumo eléctrico adicional al estrés creado al equipo.
- 4. Retira todas las bandejas y cajones que sean removibles. Limpiar las bandejas.
También hay que vaciar las estanterías, bandejas, cajones y demás partes removibles del equipo. Estas partes podemos limpiarlas con mayor comodidad una vez extraídas. Esto nos dará espacio adicional para poder limpiar correctamente el interior del equipo.
- 5. Limpia el refrigerador por dentro.
Con los productos de limpieza recomendados para este tipo de trabajo, procederemos a limpiar en detalle cada una de las superficies del interior.
«No uses limpiadores abrasivos o agresivos como aerosoles para ventanas, limpiadores, fluidos inflamables, ceras de limpieza, detergentes concentrados o limpiadores que contengan productos derivados del petróleo en piezas de plástico, revestimientos interiores y de puertas».
Algunas de las soluciones caseras por las que podemos optar y que resultan más fáciles de conseguir son:
- Agua caliente, jabón para lavavajillas y limón.
- Agua caliente, vinagre blanco y limón.
- Lejía diluida en agua.
- 6. Deja secar bien al aire.
Una vez hayamos limpiado todo el interior a fondo, hay que dejar secar bien todas las superficies. Como hemos desconectado previamente el equipo, simplemente podemos dejar que seque naturalmente dejando la puerta abierta para que el aire circule.
- 7. Vuelve a montar todas las bandejas y cajones.
Ahora sólo queda volver a instalar las bandejas, cajones y demás piezas que hemos sacado con anterioridad colocándolas en su sitio.
- 8. Enciende nuevamente el refrigerador y deja que enfríe.
Encendemos el equipo, dándole el tiempo suficiente para alcanzar la temperatura recomendada de refrigeración o, en su defecto, la temperatura que la configuración del refrigerador indique.
- 9. Vuelve a meter toda la comida.
Una vez frío, podemos volver a meter toda la comida.